Todos los años me indigno. Todos los años siento vergüenza de Tordesillas, de sus ignorantes, violentos, de sus medievales inquisidores, de sus frustrados habitantes.
Un toro sano, robusto, negro, fuerte, a quien una belleza salvaje le donó la naturaleza corre aturdido por el campo, rodeado de imbéciles a caballo como si a una batalla campal acudieran, lanza en mano, no para interpretar a un noble hidalgo soñador, tampoco como si a una bella doncella tuvieran que salvar de sus embistes por amor.
En la tele vemos la pregunta que le hace un reportero al ganador…él contesta: “Me siento como Ronaldo…”
Qué pena me das ¡!
Si toda tu emoción, si todo lo que sobreviene a esta barbarie es la sensación de parecerse a Ronaldo, me das pena, es más, sólo el ayuntamiento de Tordesillas y sus secuaces, que no saben decir que “no” al cacique de turno y unos pocos más, movidos por el morbo, te aplauden y vitorean como si fueses Ronaldo… porque eso es lo que tu ves, los demás no, ni siquiera nos atrevemos a escribirlo, por vergüenza, por prudencia.
Afligido fue el único ganador de esta batalla, las gentes de buen corazón que no soportan la violencia y las escenas que nos brindáis.
Sois cobardes, pobres de espíritu, faltos de creatividad, de corazón, de palabra… y ni siquiera tenéis una fábrica de galletas a quien hacer el boicot.
Pero dejadme que yo prefiera (J.krahe)...
No hay comentarios:
Publicar un comentario