Una vez por un camino
vino a quedarse a mi lado
una espigada mujer
de silenciosa mirada,
que despacio caminaba,
tenía quebrada un ala.
Quiso quedarse conmigo
cuando el sol dominical
despierta nuestros sentidos.
Como dudaba al principio !!!
a cada paso que daba
sus ojos verdes, lloraban.
Si la ves ahora
que va caminando sola
con paso más decidido
Y en su hatillo, ya vacío,
de todo lo que tiró
Para muy juntas sentir.·.
Una gorda y una flaca
complementarias de amor.
Cati. 25/03/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario